El CICR y la academia por las cárceles saludables: compendio de experiencias exitosas

Autores/as

Juan David Marín Vallejo, Comité Internacional de la Cruz Roja; Diomedes Tabima, Hospital Universitario San Jorge de Pereira; Claudia María López Ortiz, Universidad Libre; Germán Alberto Moreno Gómez, Universidad Tecnológica de Pereira; Olga María Henao Trujillo, Universidad libre

Sinopsis

Cárcel Saludable es un espacio de preparación para la reinserción social de los privados de la libertad, que debe garantizar la salud de la persona, desde un concepto biopsicosocial, además de la comprensión, la intervención y la mitigación de los riesgos, para posibilitar su bienestar y calidad de vida. Implica la comprensión del individuo, de su entorno familiar, social y comunitario, desde diferentes perspectivas (genero, diversidad, ciclo vital, derechos, entre otros) y enfoques de actuación (bio psico social, socio educativo, socio laboral, socio ambiental, entre otros). Desde el año 1999, la Organización Mundial de la Salud OMS, ha venido sensibilizando a la población mundial sobre la importancia de intervenir las cárceles y atender los múltiples factores que inciden de manera negativa en la salud integral de las personas privadas de la libertad, como las condiciones de hacinamiento, las cuales facilitan la transmisión de enfermedades infectocontagiosas, tema de responsabilidad de los entes encargados de la salud pública. La PPL presenta características singulares y un entorno particular, que posibilita intervenciones para su salud individual y colectiva, cobijando también al personal que trabaja en las prisiones. Los Entornos Saludables han sido un asunto trasversal en las estrategias desde la Primera Conferencia de Atención Primaria en Salud en Alma Ata en el año 1978, donde se reiteró el abordaje de salud como un completo estado de bienestar físico, mental y social, y no solo la ausencia de signos o síntomas desagradables o de enfermedad. Este concepto evoluciona y complementa la salud como un derecho humano obligatorio e inquebrantable, para el que debe existir un trabajo intersectorial e interdisciplinario para garantizarlo, mediante la promoción de la salud y el favorecimiento de los determinantes estructurales e intermedios de la salud. En la Carta de Otawa de 1986, se propone garantizar la Salud Para Todos a través de políticas públicas, la creación de ambientes saludables, el fortalecimiento de la acción comunitaria, el desarrollo de hábitos y estilos de vida saludables individual y colectivamente, y la reorientación de los servicios de salud hacia la prevención de la enfermedad y mantenimiento de la salud. En el año 1997 en Indonesia, en la Conferencia de Yakarta, se propone mejorar las condiciones de vida por medio de la garantía de la paz, la educación, la seguridad social, la alimentación, el uso sostenible de los recursos naturales y el mejoramiento de la vivienda, la equidad, la protección y la garantía de los derechos humanos. En Bangkok, Tailandia, en el año 2005, en la Sexta Conferencia Internacional 12 EL CICR Y LA ACADEMIA POR LAS CÁRCELES SALUDABLES: COMPENDIO DE EXPERIENCIAS EXITOSAS sobre la Promoción de la Salud, la propuesta fundamental giró en torno a la generación de estrategias para controlar los efectos de la globalización sobre la salud, como consecuencia del aumento en las desigualdades, la rápida urbanización, el deterioro del medio ambiente y la creciente carga de enfermedades trasmisibles y no trasmisibles. En la Octava Conferencia Mundial de la Promoción de la Salud, en Helsinki, Finlandia, se propuso priorizar la salud en las políticas públicas, como la mejor manera aumentar las posibilidades de que las personas tengan una vida saludable. En la Novena Conferencia Mundial de Promoción de la Salud, en Shangai, China, el slogan de trabajo fue: “Salud para todos y todos para la salud”, a través del cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Es evidente entonces, desde las propuestas de los organismos internacionales, que se requiere la voluntad de los diferentes actores sociales, políticos, gubernamentales, educativos, empresariales y religiosos, para la generación de programas que materialicen la estrategia de Atención Primaria en Salud en todos los espacios de vida de los seres humanos, incluidos obviamente, los espacios carcelarios. En la actualidad, el proceso de concepción de Cárceles Saludables, su importancia y pertinencia para el mejoramiento de las condiciones de salud de la PPL, permite abrir espacios que incluyen la salud mental en sus aspectos teóricos, normativos y metodológicos. En ese actuar, es importante tener en cuenta experiencias que mejoran la reflexión, amplían los conocimientos y fortalecen las iniciativas conjuntas, encaminadas a materializar un Sistema de Salud Penitenciario integral, enmarcado en el derecho a la salud de la PPL en Colombia.

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Publicado

noviembre 1, 2020

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