Dussel y la razón latinoamericana
Sinopsis
El profesor Cristóbal Arteta Ripoll, ha escrito este libro, “Dussel y la razón latinoamericana” en el que espiga, de los muchos temas que a lo largo de su vida, abordó el gran pensador argentino Enrique Dussel, un tópico en particular: “La ética del poder político en el campo de la filosofía de la liberación”. Ha podido escoger temas muy interesantes, entre otros, como: La Iglesia en América Latina, el humanismo y la conciencia de la cristiandad, la dialéctica hegeliana, la dependencia y la liberación, la erótica y la pedagogía, así como también la política y el marxismo. Pero, siendo fiel a su vocación política, afín desde siempre a sus ideales democráticos aprehendidos en la academia, lo cual ha combinado con su labor docente como enseñante de filosofía, se ha interesado, particularmente, por las relaciones entre la ética y el poder político, examinados bajo el prisma de la Filosofía de la liberación, provisto con los argumentos y razones de su maestro, el filósofo Enrique Dussel. En realidad, el libro es un homenaje que el autor hace a uno de los adalides de la Filosofía latinoamericana contemporánea que se dedicó al estudio, análisis y la construcción de una nueva teoría política para la América Latina fundamentada en una ética de la liberación. El texto, consta de siete capítulos en los que aborda temas tales como la dialéctica de la liberación, las dimensiones de la Filosofía de la liberación, la pedagogía metafísica de la liberación, el humanismo pedagógico en el pensamiento político del filósofo, la plenitud de la metafísica de la alteridad, para finalizar con una crítica a la crítica de la razón latinoamericana. Cristóbal Arteta Ripoll 8 En el libro, el profesor Arteta es consciente de que el verdadero interés que concita la obra de Dussel, yace –para la Latinoamérica actual- en “los escritos que se corresponden con la madurez intelectual del pensador latinoamericano y, que dan cuenta de su preocupación actual por construir una nueva teoría política para América Latina fundada en una ética de la liberación”. Las razones estriban en el sempiterno rezago social y económico al que fueron condenadas estas tierras, desde la misma colonia hasta nuestros días, lo que ha ocasionado el deseo –en la mayoría de las ocasiones frustrado- de alcanzar la final liberación. En el curso de la historia, se ha demostrado que las luchas y movimientos que se han gestado en su momento y que han carecido de un norte ideológico sustentado en ideas propias para enfrentar al enemigo común, cualquiera que éste haya sido, no han llegado a buen término, precisamente por no indagar lo suficiente en lo propio, además de no integrar, de manera cualificada, los idearios universales al respecto. Dussel, intenta eso y el trabajo del profesor Arteta apunta a mostrarlo desde una crítica respetuosa, muy personal. Por lo mismo, asume y destaca en el libro que se trata de un enfoque particularmente distinto en la reflexión ética y política, en el contexto de una lucha que parecía bastante desigual, apalancada por un pensamiento eurocéntrico que permeaba nuestros países e instituciones, obstaculizando la irrupción de un pensamiento propio latinoamericano. La confusión inicial entre atraso y subdesarrollo, conflictuaba aún más el momento histórico y las confrontaciones daban paso a una violencia que caracterizó América, de México a Chile. Con Dussel a la cabeza de un movimiento muy amplio de corte cristiano, social y revolucionario, la idea de tal subdesarrollo latinoamericano cambiaría: “a partir de la doctrina de la dependencia: ya no se comprende como un simple atraso marcado por las relaciones coloniales, pues por el contrario es fruto de ellas. Somos atrasados por las relaciones históricas de dependencia que nos han caracterizado”. El profesor Arteta, en tal contexto de referencia ideológico, piensa que es precisamente a partir de allí, de donde evoluciona el pensamiento filosófico latinoamericano, en una relación dialógica con disciplinas tales como la historia, la teoría política, la ética y el derecho, para comenzar con la revisión e instauración de nuevas ideas y abordar la independencia de la Filosofía latinoamericana y la necesidad de fundamentación y Dussel y la razón latin oamericana 9 establecimiento de los supuestos de la Filosofía de la liberación. Es justo aclarar que en tal proceso también se involucraron intelectuales como Leopoldo Zea y Francisco Miró Quesada, correspondiéndole a Dussel, por su interés en el problema, iniciar una revaloración y construcción de la reflexión ética tradicional para dar paso a una nueva perspectiva que fundamente “la hipótesis de una Filosofía de la liberación latinoamericana”. Y aunque se sugiera que la integración de lo ético y lo político, en una primera instancia, estaría marcada por influencias de pensadores continentales como Heidegger, Hegel, Kierkegaard, Feuerbach, Marx y Levinas, para el filósofo argentino Dussel está claro que una posición demasiado metafísica terminaría por chocar con la cruda realidad latinoamericana, encarnada en la pobreza real que se “encuentra desde siempre, más allá del ser”, dejando ver ya una posterior influencia de los escritos de Marx. Sin embargo, es en medio de tales influencias -a las que se debe desde su periplo por Europa y Asia- que publica “Para una ética de la liberación latinoamericana”, obra en la que, según el profesor Arteta, “da el paso de la ontología de la totalidad a la metafísica de la alteridad, con su estudio: La exterioridad metafísica del otro”. Con el tema de la liberación como leitmotiv, la obra de Dussel se abre camino a través de múltiples miradas: La historia de la Iglesia latinoamericana (enmarcada en la liberación), la ética de la misma, la Filosofía de la liberación, el método de tal filosofía… todo, a partir de una consecuente reflexión ética para fundamentar una filosofía sui generis de la liberación, para la América Latina. De la mano de Marx, como se mencionó arriba, a partir de las dos últimas décadas del siglo pasado, la reflexión dusseliana se reorienta hacia el análisis histórico como método de reinterpretación de la realidad. Su nuevo compromiso lo lleva a la escritura de “La producción teórica de Marx” (1985) y “El último Marx” (1999) con lo cual aparece en su obra una crítica de la cultura totalitaria que se oponía al progreso, al desarrollo de nuestros pueblos expoliados. El profesor Arteta señala que, posteriormente, ya en el curso y estertores del siglo, el tema de la ética del poder político alcanza diversas connotaciones en Dussel que lo lleva a la construcción de “una nueva teoría política para América Latina, en el siglo XXI, que responda a los supuestos de la transmodernidad, más allá del capitalismo y el socia lismo real”. Este aspecto, es considerado por el profesor Arteta como básico para el abordaje de su estudio y análisis sobre parte de la obra del filósofo argentino. Al margen del enfoque dusseliano, en la perspectiva de la ética de la liberación que pareciera difícil de asirse en la práctica debido a que el filósofo asume su ética de manera dual como “la superación de la ontología ética de la modernidad que justifica la voluntad de poder que el centro mundial ejerce sobre la periferia y como un instrumento categorial para superar en el análisis “los métodos imitativos de otros horizontes políticos, no propiamente latinoamericanos”, abriendo los caminos de la alteridad metafísica, contraria a la totalidad ontológica que ilumina y justifica la dominación, el sometimiento y la opresión del ser latinoamericano”, creemos que para el profesor Arteta es importante que esto no se quede solamente en la mera teorización, sino que se convierta en una contribución real al fortalecimiento y desarrollo del pensamiento filosófico en América Latina como “proyecto y compromiso” para afrontar “los problemas de la vida y la existencia” del ser actual latinoamericano. De manera clara y enfática, el autor señala, además, que para enfrentar el dominio y la opresión de nuestros países ya en el nuevo modelo de interpretación no es suficiente con que se elaboren excesivos “diagnósticos reflexivos” que revelen las causales del subdesarrollo sino de “reales movimientos alternativos de liberación nacional”. En el fondo, la teleología oculta del mensaje que parece enviar Dussel y que el autor del libro rescata a través de su análisis, es que no puede existir “liberación nacional ante los imperios de turno sin liberación mental del hombre latinoamericano y sin la liberación social de las clases oprimidas. Esta tesis, asumida por la Filosofía de la liberación clarifica su definición histórica, la cual como tal, pretende ser la superación de la ontología y la opresión del ser, como fundamento del sistema imperante en el mundo”. Es interesante mostrar en el texto, el giro metodológico del problema. En efecto, a la “comprensión y discernimiento del problema con base en las categorías usuales caracterizadas como: centro, periferia, opresión, liberación, ideología, crítica ideológica, cuyo papel –según el autor- ha sido “permitir el dominio ideológico de las mentalidades y el mantenimiento de la opresión”, la ética del pensamiento filosófico de la liberación; de manera contraria, se echa mano de la contextualización geopolítica –en una clara alusión a la consideración marxista de la teoría de la localización- para interpretar, reinterpretar, construir y comprender mejor nuestra realidad histórica, rebatiendo de paso, contenidos, doctrinas, ideas y categorías que se le opongan. En la filosofía de Dussel, es bueno aclarar, que categorías tales como lo ontológico, lo transontológico, la eticidad, lo metafísico, la alteridad, entre otras a pesar de que proceden de la filosofía continental tradicional (Hegel, Heidegger…) son apropiadas y reconceptualizadas para su aplicación en la realidad latinoamericana y de manera específica, en la Filosofía de la liberación y su ética. Por lo tanto, se requiere un ejercicio disciplinado de análisis de las ideas y conceptos que se utilizan, reutilizan y reconceptualizan para comprender a Dussel. Pero, sin duda, uno de los temas más interesantes que el profesor Arteta aborda es el de la crítica de la crítica de la razón latinoamericana, una singular resonancia kantiana en la que, como una incitación al lector, plantea ideas y criterios propios respecto al problema de la “latinoamericanidad” (Conoces Latinoamérica pero no su latinoamericanidad); de Latinoamérica en sus relaciones con la filosofía (¿existe una filosofía latinoamericana?); la liberación (¿es una filosofía? ¿una ética?); la discusión sobre el método para abordar el problema, el problema del discurso sobre el asunto, su metarrelato, etcétera, oponiendo el denominado eurocentrismo a la razón latinoamericana, en un contrapunteo en el que el autor defiende con ahínco su posición frente a posibles interpretaciones adversas. Es una argumentación última muy interesante por las tesis a favor de que –como lo dice el autor- “una nueva racionalidad de la Filosofía de la liberación, frente a la modernidad europea, es completamente distinta a la del pensamiento eurocentrista ilustrado del “yo pienso”, por lo tanto, “yo conquisto”. Pretende desocultar este sujeto y mostrar la realidad y el horizonte ontológico del “ethos de la cultura popular”, sustento y base de la nueva racionalidad latinoamericana. Para lograrlo es necesario liberar los amarres ideológicos y políticos que le impiden el desarrollo de un pensamiento crítico e independiente. Propósito que no puede surtirse espontáneamente, sino que requiere de la intelectualidad crítica y de la Filosofía de la liberación para organizar mentalmente al pueblo y prepararlo para asumir el compromiso con el cambio y la transformación de las sociedades dominantes y opresoras”. La invitación, es a leer este nuevo libro del profesor Arteta y encontrárselo por ahí para controvertir sus asertos. Eso, sería el mejor estímulo para que prosiga en su labor intelectual de inagotable escritor.