La mujer del porvenir : Concepción Arenal Ponte
Sinopsis
Concepción Arenal Ponte (Ferrol, España, enero 31 de 1820-Vigo, España, 4 de febrero de 1893). Abogada, poeta, ensayista y periodista cuya obra se inscribe dentro del Realismo literario, es precursora del feminismo español con sus escritos y acciones sociales en defensa de los derechos y la dignidad de las mujeres. No es difícil imaginar las angustias de su tiempo. La literatura nos da la licencia, lo que siguen son los detalles de vida, los lugares, las personas. Primero una biblioteca y el contacto con los libros, luego el plan, las injusticias y carencias de muchas mujeres y el ritual de la limitación ya estaba servido. Doña Concepción “Concha” como talvez la llamaban sus seres queridos, ya se había organizado muchas veces un plan mental. Debía ingresar a las Aulas de la Facultad de Derecho de la Universidad Central de Madrid. Con seguridad se había detenido en las proximidades del alma mater, había visto los rostros adustos de los juristas, sus cerrados trajes de levita y sombrero de copa alta. El siglo XIX seguía la férrea tradición y resistencia a que la mujer tuviera un espacio fuera de sus roles reproductivos. Tuvo que haber examinado con detalle propio de su alma sensible los gestos, los adornos, el brillo de las miradas, las inflexiones de la voz, los zapatos lustrosos, el espíritu de cofradía de los estudiantes en las llegadas y salidas masivas del claustro. Habría sabido el arte de camuflarse en la muchedumbre, en las jornadas más concurridas, el discreto arte de hacerse uno con la mayoría. Concepción también había estudiado su propia puesta en escena. Frente al espejo habría repetido algunos latinazgos, y un poema clásico propio de la retórica de la época. La oratoria en preparación para el examen de admisión mientras soñaba con ser como “uno más” en el aula de clases de derecho civil o la teoría del poder y del Estado. Aunque no tengamos los datos certeros de un biógrafo, con seguridad tuvo largas charlas preparatorias para el gran día, el resto de la puesta en escena. Con seguridad esa cómplice ayuda amiga que es-tuvo a su lado cuando fue descubierta. Siendo consciente de las limitaciones de su tiempo ella pensaba en ser parte del cambio. No es posible concebir su proyecto, como una mera apuesta por romper barreras sin conciencia de futuro. Sin duda aprender leyes era proporcional a su pasión por la justicia, la de los más desvalidos, entre quienes se contaba ella misma y su género. Su candidez o exceso de confianza sorprenden. Las jornadas de práctica teatral habían terminado por forjar en ella un camuflaje seguro, una performance donde la masculinidad se completa en el travestimiento, en un final de siglo donde los estereotipos de la masculinidad eran tan marcados que un poco de brusquedad, unas facciones duras, ante la ausencia de maquillaje o el cabello corto y engominado habían bastado para completar la expectativa de género. En el proceso todo valía la pena frente a un fin elevado: las leyes y con ella la justicia que debía estar al servicio de la causa social. Concepción Arenal no es la primera mujer que se viste de hombre para alcanzar su sueño, sí, la primera en hacerlo en una nación y en el marco de un cultura jurídica ítalo- germánico-canónica, en la que el lugar de la mujer en la sociedad estaba limitado por una visión patriarcal, una línea paterna de mando y organización de la vida en la que las mujeres no tienen derechos civi les, ni políticos, esencialmente porque no eran personas y mucho menos ciudadanas. Sería la primera mujer española en planear y ejecutar su acceso a la educación superior, hacerse abogada a pesar de todos los obstáculos que le sobrevendrían después de ser descubierta. Triunfo a medias? No fue expulsada, su valor se leyó como un signo excepcional. Podría asistir a las aulas cumpliendo el lastimero ritual de ser recibida por un lebrel, conducida de clase en clase por cada maestro y dejada nuevamente en un espacio seguro del contacto masculino. Una semana, un mes, un año, estuvo en las aulas de 1842 a 1845, para que al final no tuviera un título formal. Concepción no se dio por vencida, no se detuvo. La historia de su éxito posterior, es el testimonio de sus libros. Su lucidez y buen juicio se extenderían tanto como sus obras. Estuvo en las cárceles y hospicios, es-cuchó el clamor de los marginados. Ella pensó en superarse, en abierta lucha contra la injusticia y luego habló, interpeló a las mujeres y hombres de su tiempo, pero sobre todo y como se titula esta obra, escribió para “la mujer del porvenir”. Su voz sigue vigente, ahora como antes y su legado constituye un acto de memoria urgen-te para esta y las futuras generaciones. *** La obra de Concepción Arenal inaugura el proyecto BLA Biblioteca de Autoras libres, en el marco de la creación del “Observatorio Mujer, género y violencias” de la Univesidad Libre, mediante Res. 03 de 20 de agosto de 2020 y en cumplimiento de sus actividades de Investigación, formación académica y proyección social, en armonía con los proyectos de investigación “Género, derecho y memoria histórica”, del grupo Derecho, Sociedad y estudios internacionales, y el proyecto mul-ticampus “Identificación los roles y los estereotipos de género en la Universidad y Comunidades de Impacto: Herramientas para Igualdad y Eliminación de todas las formas de Violencia (2021-2022)”. La colección “Biblioteca de Autoras libres” se presenta como un espacio para la difusión del pensamiento y obras de mujeres quienes, a lo largo de la historia y la formación del pensamiento político, jurídico liberal que han sido piezas clave para la construcción de una sociedad más justa, tolerante, incluyente y en paz. Finalmente, es muy importante destacar cómo ejercicio de memoria para el futuro, el trabajo de transcripción y revisión de ediciones previas, realizado por de los integrantes del semillero “Género, derecho y memoria histórica”: Jorge Acevedo, María José Nieto, Lina Moreno, Julieth Guerrero, Laura Ocampo, Valen-tina Rodríguez, Vanessa Lesmes, María Fernanda Neira y Paula Cárdenas. Sin su paciente labor de copistas, al más tradicional estilo antiguo, la colección “Biblioteca de Autoras Libres BAL” no empezaría a dar sus frutos. El proyecto BAL es una realidad gracias a la confianza y apoyo de nuestras directivas Seccionales, Dr Fernando Salinas y Dra Elizabeth García, quienes valorando la filosofía y los principios fundacionales de nuestra alma mater, acompañan este acto de memoria de mujeres que han sido una pieza fundamental en la consolidación de tradición liberal y en la igualdad de género como una necesidad urgente para la construcción de una nueva nación